8 encuentros
Jueves 8, 15, 22 y 29 de agosto y 5, 12, 19 y 26 de septiembre de 18:30 a 20:30.

El arte contemporáneo desconcierta. He presenciado a la gente que limpiaba los talleres de los artistas que participaron en 2003-2005 de la Beca Kuitca-CCRojas y no sabía qué hacer cuando entraba a varios de ellos, en especial en el que trabajaba Diego Bianchi. Nunca sabían si esa “basura tirada en el piso” era una obra de arte que no debían tocar o si realmente era basura tirada al piso (sin comillas). Diego lo fue resolviendo en charlas con ellos y acordaron que pusiera cartelitos indicadores: “esto es basura” (se puede ir); “esto es una obra” (no la toquen).

Con el tiempo la situación se hizo más compleja porque Bianchi comenzó a aprovechar una filtración de humedad en la pared para cultivar moho como obra y entonces los plomeros no entendían si debían o no debían reparar la perdida de agua del caño roto.

¿Farsa o arte? ¿El arte como farsa? ¿Es, como muchos sospechan, el arte contemporáneo un gran fraude? Si una obra actual no nos pone a este tipo de interrogantes podríamos decir que aunque esté hecha en esta época pertenece a una época pretérita, cuando las certezas aún tenían algún valor.

A través de un curso (que incluirá charlas, entrevistas, visitas a talleres de artistas, galerías y museos, así como laboratorios de experiencias en las que deberían participar los que se inscriban en este curso -es decir, animarse a hacer arte- o consejos para intentar armar nuestra primera colección -¡Sí, es posible, barato y fácil!-) iremos pensando en conjunto muchos de los principales interrogantes que nos plantea el arte contemporáneo. En primer lugar qué es hoy el arte.

El desconcierto es el primer paso de la sabiduría. Como bien dijo Bertrand Russell: “Lo que nuestra época busca no es el conocimiento sino las certezas”. Y las certezas son mayores enemigos del saber que la ignorancia pura.
El arte sana y salva porque nos arroja ante lo desconocido para aprender a vivir en la incertidumbre.