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Cuentan que un muy joven Platón sentía que había nacido para escribir tragedias y estaba absolutamente convencido de dedicarse a la poesía. Hasta que se cruzó con Sócrates. Bastó una sola charla, corta pero profunda, para que cambiara radicalmente su rumbo. Se dedicó a la filosofía. Y fue el más grande filósofo de toda la historia. Con una conversación, Sócrates cambió el destino de Platón, y con el de Platón, el de todo Occidente.

Sócrates ejercía un liderazgo distinto: tremendamente eficiente, pero suave; exigía cambios radicales, pero siempre enriquecía a quien lo seguía.

Su liderazgo pasó, literalmente, de generación en generación. Sócrates formó a Platón, otro gran líder que fundó una escuela que fue punta de lanza del pensamiento durante 900 años. Y formó a Aristóteles. Aristóteles fundó el Liceo, una escuela filosófica y científica con la que Galileo todavía tenía que medirse casi 2000 años después. Y también fue el tutor de Alejandro Magno. Alejandro dominó todo el mundo conocido.

El liderazgo de Sócrates generó tres generaciones de líderes, cada uno más influyente que su maestro. Y lo hizo sólo dialogando.

En este curso vamos a mirar con lupa a Sócrates para robarle todos los secretos, para que podamos nosotros también ejercer un liderazgo que transforme generaciones.

Christián Carman