Esta obra magistral de la literatura universal –primera novela del mundo -fue escrita en el Japón medieval, y gira alrededor de refinadísimos códigos de interacción en las esferas de la Corte Imperial.

Se trata de una narrativa que una dama de la Corte elaboró para una emperatriz demasiado joven, para mostrarle los ejemplos –correctos e incorrectos– que se emplean para lograr un acercamiento.

Ambientado en una época y un contexto de máximo refinamiento estético, cada detalle puede transmitir una clave estratégica: la palabra elegida para cerrar una poesía, el aroma que impregna el papel de una carta, el color elegido para un detalle en la vestimenta. En una exquisita representación, la novela pone a consideración las varias artes de la seducción, aunque acaso no promete que tengan previsibilidad.

Anna Kazumi Stahl