Contenido de la actividad

Dicen de Avicena, un filósofo árabe de hace 1000 años, que era un superdotado. A los 16 años ya ejercía la medicina. Sabía todo. O casi todo. Había una sola cosa que no entendía y lo obsesionaba: la metafísica de Aristóteles.

Cuenta él mismo que la leyó 40 veces, que la sabía de memoria, pero no entendía ni una frase. Hasta que consiguió un librito que la explicaba. Estaba llena de perlas preciosas y recién entonces las descubría. Al día siguiente, repartió su fortuna entre los pobres, para agradecer a Dios por el don de entenderla.

La filosofía de Aristóteles no es la excepción. Las obras de casi todos los grandes filósofos están llenas de perlas, pero llenas en serio. Hay perlas en las obras de Platón, Descartes, Nietzsche, Sartre, Kant, Hume, Leibnitz, Tomás de Aquino, Spinoza, y tantos otros.

Claro, nadie tiene el tiempo ni la dedicación de Avicena para encontrarlas entre tanto texto difícil. Pero no hace falta ser superdotado como Avicena para disfrutar de las perlas de la filosofía, ni dedicarle años enteros de estudio.

En esta actividad yo me comprometo a buscar una perla por semana, limpiarla, embellecerla y presentártela en 15 minutos. Vos tenés toda la semana para disfrutarla. Y con el tiempo, te vayas armando tu propia colección de perlas de la filosofía.

Definitivamente tenés que regalarte estos quince minutos de perlas filosóficas. Primero son una parte muy valiosa del vastísimo patrimonio de la cultura occidental. Te pertenece. Es justo que tomes posesión de tus bienes. Segundo porque te despeja. Un profesor del colegio siempre decía que tomarse vacaciones no es no hacer nada, sino cambiar de actividad. Dedicarle un tiempo de tu cerebro a preguntarte lo que los filósofos se han preguntado, y a degustar sus respuestas es aplicar tu cerebro a otro campo. Es sacar a pasear a tu cerebro. Lo necesita, y lo va a disfrutar. Y tercero porque es una fuente inagotable de estímulo para encarar los problemas cotidianos con nuevas perspectivas. Por definición, la filosofía te ayuda a pensar distinto.

Christián Carman