¿Cuántos planes se te cayeron desde el año pasado?

Vivimos en sistemas que no saben improvisar, dicen «improvisado» como algo negativo, prefieren la seguridad de un plan. Plan de acción, plan educativo… y cuando todo cambia, se les cae el yenga.

Improvisar es natural, nunca viste a una chita elongando o yendo a yoga para cazar un antílope. Cuando tiene que suceder sucede.

Vamos a ir de lo conocido a lo desconocido, recuperando nuestra intuición, la capacidad de estar flexibles, atentos y con la imaginación activa, para encarar las crisis de todos los días y las sorpresas que va trayendo la vida.