Desde hace unos días ChatGPT acaparó los titulares de las publicaciones tecnológicas y de negocios asombrados por sus capacidades, descubriendo nuevos usos y tratando de analizar las potenciales implicancias hacia el futuro. Eso vamos a entender y a explorar en esta clase.

Alan Turing dijo hace 70 años que cuando una máquina pudiera imitar las respuestas de un ser humano de una manera en la que otro ser humano no sería capaz de notar la diferencia, iba a ser un nuevo umbral para la humanidad.

Ahora estamos en algún punto cercano a ese territorio.

ChatGPT se sacó 1020 en el examen SAT de ingreso a Universidades lo que lo pone en la media (percentil 52) de los estudiantes que lo toman.

Según él mismo: ChatGPT es un modelo de lenguaje entrenado por OpenAI para conversar con lenguaje natural. Debido a que fue entrenado con una gran cantidad de información puede generar respuestas a una amplia gama de temas.

Sorpresivamente «aprendió» habilidades emergentes, para los que no fue entrenada y las puede hacer asombrosamente bien. Por ejemplo puede: escribir ensayos, guiones, entrevistas, mails. Puede ayudarnos a programar, enseñarnos qué es lo que está mal de un programa o explicarnos un chiste. También puede resumir texto, traducirlo, completarlo. Puede contestarnos como Aristóteles o como Elon Musk. Puede reemplazar un buscador. Cuidado, tampoco es perfecta… puede alucinar y decirnos con seguridad cosas que no son verdad.

Según Larry Summers, ex Secretario del Tesoro de US: «Estamos entrando en el territorio de no saber si algo es contestado por un humano o una computadora y eso es algo profundo para la humanidad. Todos vamos a tener una especie de caddie que va a aumentar nuestra creatividad, aumentar nuestra capacidad de aportar conocimientos a lo que hacemos, aumentar nuestra precisión. Pero al igual que la imprenta o la electricidad fue un gran cambio porque era una tecnología de propósito general, esta podría ser la tecnología general más importante desde la rueda o el fuego.»

Mariano Ruani